El día que me robaron mi bocho...

Aún recuerdo la última noche en compañía de mi bochito, o bochosaurio en el mejór de los casos, fué la noche del 20 de Noviembre del año pasado cuando Vicentico vino al zócalo de mi ciudad y dió un super concierto donde me encontré a excompañeros de la universidad y nos la pasamos de pelos. Esa noche traía la pila bien cargada, pues a quién no deja así un Argentino, creo que los años le asientan cada vez más, el caso es que todo normal para llegar a mi casa, me estacioné y lo guardé como siempre, como cada noche, todavía vivía en "Los Fuertes" disque fraccionamiento pipirisnice donde teóricamente todo es tranquilo y donde ya me habían asaltado antes, todo transcurrió normal, eran las 11 de la noche y yo ya en cama pues al día siguiente tenía que presentar un proyecto a las 7 de la mañana y otro a las 10.

Eran las 5:45 y mi despertador me avisaba que era hora de levantarme, instintivamente siempre era de asomarme a la ventana que daba al jardín para echarle un ojito a los carros (incluyendo a los de los vecinos) pero... cuál fué mi sorpresa al no ver mi bochito verde, recuerdo que lo primero que pensé ´fué que lo había dejado estacionado del otro lado, lo segundo y en automático dije "huevos" y como si no confiara en mi sentido de la vista bajé automáticamente para serciorar lo que ya mi mente y mi destrozado corazón ya sabían "SE LO HABÍAN ROBADO".

Sólo dos veces he sendido lo mismo como lo que sentí ese día, el día que se murió Peluso (mi perro) y el día que me robaron el bochosaurio, las dos más grandes pérdidas de mi vida (hasta ahorita), a Peluso le lloré como a nadie nunca le he llorado (eso dice mi mamá) y la neta no lloré por el bocho (a Dios gracias estaba asegurado) más bien lloré porque me sentí indignada ante la situación, pues como buena Mexicana que trata de ser buena ciudadana para con su país y que le salgan con esas !chin"#$%&/deras.. pus como que no se vale, o no? Así que hoy soy víctima de olores peores que aceite quemado o gasolina, ahora el olor que implica el no bañarse durante días y estar bajo el sol, son con los que me topo cada que me subo a la ruta Mayorazgo, el bus que suelo tomar pa que me saque de este pueblito polvoriento llamada Castillotla.

Lo demás es historia, papeleo y más papeleo, burrocracia y más burrocracia cuando se trata de un robo de automóvil, por lo menos en mi país, pero nadie me quita el recuento de lo que aprendí con un bocho, aquí unos datos de ello:

1.-Aprendí a checarle el aceite, eso me facilita a checarlo en el carro de mi hermana.
2.-Las llantas a 28, el que no entienda es porque seguro es gay (que conste que amo a los gays).
3.-Los bochos no sirven pa calentar motores, si tampoco no me entienden es que todavía es temprano, aún los antros no están abiertos... =D
4.-Los bochos no usan anticongelante (eso también tiene su historia, aunque fuí objeto de burla ante 5 hombres, buaa)
5.-No importa que tan suave o duro pueda ser el clotch de un carro, si manejas un bocho manejas lo que quiras, aquí si aplica, pero nunca un automático.
6.-La mejor forma de saber que se botó tu clotch es porque tu acelerador nomás no funciona, increible...
y 7.-Un bochito no es un auto compacto, lo pueden comprobar Lolis, Lady, Paty, Martha, Ara, Chamito y una servidora, es ofensa decir que solo caben 2 personas, qué no?

Saludos internautas...